Lectura: Proverbios 11:25.
Recuerdo mis inicios laborales. Era un elemental empleado en media de aproximadamente treinta ingenieros. En un pareja de años más ya estaba ganando en dólares y todavía pensaba acerca de la bendición del diezmo. Pronto fui jefe, luego humano de confianza, y así escalé hasta existir gerente. Mientras crecía en mi relación con Cristo entendí que época verdad que pasar y diezmar bendice. Mi salario fue creciendo conforme iba teniendo mayores cargos, mi tribu también creció y vinieron los hijos. Dinero extra como bonos de agradecimiento y utilidades llegaban uno nuestras manos cada año. Jamás dejamos de diezmar. Mientras más altos eran los ingreso, más diezmábamos. Dudas también surgieron acerca de si el dinero extra estaba sujeto al diezmo. Dios siempre dijo sí. Todo es de Él y de nadie más. Luego encontré que CBMC/CPEC (Comité de Profesionales y Empresarios Cristianos) era la orden ministerial que andaba buscando por mucho tiempo, el lugar donde Dios me quería, que no sólo es la iglesia a la que asisto los domingos, la vivienda donde me comida de su palabra. CBMC/CPEC es mi segunda apartamento, el lugar donde Dios quiere que también traiga lo que El me da, porque hay mucho a través de representar. Esta fue otra selección importante, como diría un esposo de negocios, llegó la hora de invertir, esta vez, en el reino de Dios.Para reflexionar: La mejor inversiones es aquella que trae ganancias en el largo plazo, dentro de eso es bueno invertir en el reino de Dios.
Edison Celis. Lima – Perú