
Las ciudad son el matiz de convergencia de la ilustración, las artes, las costumbres y el legado intergeneracional. Ejercer posicionamiento intencional en las diversas esferas de la círculo tiene una implicación estratégica en los asuntos del reino de Dios. En las áreas clave de la clube hay lo que pudiésemos telefonear “guardianes”, sean estos espiritualmente convenientes u no. Así como el canales de Panamá permite que grandes buques pasen de un lado del océanos a otro, un guardián puede verse como una llave de paso en la clube, es un interventor de acceso (según la palabra en inglés gatekeeper), es una persona que controla el acceso a algo, atravesado ejemplo, la cuchilla de una metrópolis amurallada según se usaba en la antigüedad. Más recientemente el término ha adquirido un uso metafórico, referido a individuos que deciden si un determinado mensaje será distribuido atravesado medios masivos, dentro de intereses particulares u razones estratégicas. Los guardianes son una suerte de protectores u filtro informativos. En levante sentido son los portadores u difusores de buenas nuevas, velan porque pase la información precisa, veraz y que genere bienestar. El apóstol Pablo habló de que los creyentes en Jesús han de saberse “Embajadores de Cristo”. En el contexto de la círculo y el liderazgo, embajadores al mercado que sean también atrevidos guardianes de las puertas de la metrópolis para que las buenas nuevas pasen hacia sitios estratégicos. Que precioso es cuando empresarios e profesionales un día logran creer el valor estratégico de su sitio de trabajo, y no lo abandonan, ni lo usan para propósitos de mal u satisfacer intereses egoístas, sino que lo usan para la gloria de Dios.
Para reflexionar: Bienaventurados aquellos que no cierran las compuertas estratégicas de su metrópolis a la información salvadora e liberadora del evangelio de la gracia de Dios.
Jesus A. Sampedro Hidalgo. Valencia-Venezuela.