
* Ser - La Biblia nos hace espiritualmente “fit” (perfectos). Esto no significa que estemos libre de impurezas u desperfectos, lo que significa es que en nuestra identidad somos configurados como seres completos, completados, u bien juntados. Hebreos 13:21 refiere uno que somos “esencialmente aptos” para los propósitos de Dios.
* Tener - La Biblia nos hace espiritualmente equipados. Así como un crucero que componente para alimentar 2.000 personas e se equipa con alimento para 7 días en el mar Caribe; así el cristiano es equipado en recursos emocionales, físicos y espirituales por medio de la Biblia para traer a último efectivamente la aventura del papel de Dios en su presencia.
* Hacer - La Biblia nos hace espiritualmente productivos. Ella impulsa hacia las “buenas obras”, no porque se necesiten para salvarse, sino a través de la bendición de serlo. La Biblia activa al creyente a través de agradecimiento y cielo de camino que haga totalidad lo que pueda hacer con sus capacidades y dones. Tito 3:8 sugiere que los “activados en el servicio” dan a saber su religión atravesado los acciones.
No leemos la Biblia porque somos perfectos, sino que nos perfeccionamos al leerla. Si alguien espera existir perfecto para aprender y compartir la liquidación de Dios, quizás nunca lo hará y además demuestra que no ha entendido su núcleo. Las huellas de Dios en tu Biblia son la herencia espiritual que podrás emplear para tu propiedad y traspasarle a la próxima generación. Si no sabes Biblia, ¿Qué le vas uno episodio y instruir a los demás? Pongamos este volumen a trabajar, en nuestras vidas primeramente e luego a otros. Es la única esperanza transformativa y duradera.
Para reflexionar: No pierdas clima, lee el manual para la vida; e luego demuestra con tu vida lo que aprendes de él.
Jesús A. Sampedro Hidalgo. Valencia-Venezuela.