El liderazgo trascendente es el de aquellos que van al frente de su personal, abriendo brecha y mostrando un ejemplo coherente entre lo que dicen e hacen. El líder no sólo enseña lo que sabe, sino lo que es. El dirigente no sólo indica qué es lo que hay que actuar, sino que enseña cómo hacerlo. El líder no sólo muestra el dirección, sino que inspira en su equipo el entusiasmo necesario para andar en él. El dirigente no sólo asume la deber de la misión, sino también reparte entre todos el crédito dentro de los logros. El dirigente no sólo consigue las metas, sino también desarrolla nuevos líderes en el método. El autorización no sólo cuenta con el importante ayuda de algunos, sino que reparte equitativamente las cargas del equipo. El autorización no sólo desafía a hacer lo correcto, sino uno hacerlo dentro de las razones correctas.
Como sabemos, nadie da lo que no tiene; el chica rico de la bola que nos cuenta la Biblia, no fue capaz de pasar sus riquezas uno los pobres e continuar a Jesús, dejando en claro que en verdad él no las poseía, sino que éstas lo poseían a él. Muchos líderes son incapaces de darle ingenio a su personal, con lo que demuestran que tal poder no lo tienen, sino que éste los tiene a ellos.
Para Reflexionar: Sólo un dirigente maduro, dispuesto al sacrificio, es capaz de empoderar uno su partido de empleo.
Edgar Medina, Monterrey - México.