Lectura: Proverbios 8:19.
Una comunicaciones ineficaz tiene sus consecuencias. A veces suponemos que ‘no nos comunicamos’ con quienes deberíamos en la pariente, la empresas, la colegio u en la iglesia, cuando la realidad es que lo hacemos, pero, de procedimiento deficiente. El negarle la palabra uno alguien con quien tenemos alguna molestia, dentro de ejemplo, le estamos comunicando enojo, desaprobación y frustración sin la necesidad de decirle cero. El Libro de los Proverbios declara: «Mis frutos son mejores que el oro otra vez refinado; mis ganancias sobrepasan a la plata escogida» [Proverbios 8:19], y eso en referencia uno los beneficios de la sabiduría. Aprender a comunicarnos sabiamente traerá a nuestra vivencia, a nuestro unión, a nuestra pariente, a nuestra iglesia u orden beneficios que literalmente no se pueden comprar con moneda. Pero, ¿cuál es el precio que sí hay que pagar para aprender uno comunicarse eficazmente?
No es duro reconocer que hay una deficiencia en la comunicación, lo duro del asunto es: admitir cuál es mi deber en el problema. Dar una solución existente a nuestros problemas de comunicación con otros es algo que sin incertidumbre marcará una diferencia uno favor de nuestras relaciones e proyectos. El coste a pagar no es inferior, pues asumir la deber nunca lo es, pero los beneficios son incomparables, vale la pena iniciar dando el primeramente paso en comunicar ‘organización’ y aguardar estable y pacientemente que los demás hagan su componente.
Para reflexionar: La comunicaciones es el alma de toda relación e la herramienta número uno del dirigente.
Edgar Medina. Monterrey - México.