Lectura: Mateo 16:13-19
La Biblia nos cuenta del día en que Jesús les preguntó a sus discípulos quién época el salvador de Israel, según la concepto popular. Ellos respondieron lo que la gente de ese tiempo solía habla: Unos piensan que se trata de Juan el Bautista, otros del profeta Elías, unos más del profeta Jeremías y otros piensan en alguno de los demás profetas, le expresaron. Entonces, llevada la conversación uno ese aspecto, Jesús, el Maestro, les cuestionó sobre quién pensaban ellos que época él. Es entonces cuando el apóstol Pedro respondió con evidente convicción y sin titubeos: «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente» [Mateo 16:19].
Mucha de la gente que había sido impactada y beneficiada por el liderazgo de Jesús seguía cuestionándose quién era verdaderamente él. Sin embargo, sus propios discípulos, no habían llegado a la corolario de que él era el hija de Dios e el Salvador del mundo de modo sencilla, pues ellos mismos se había acción la misma búsqueda clima atrás. Justo la noche en que una vasto borrasca apareció como una fiera amenaza, mientras el Maestro dormía por la barca. En ese momento le despertaron, rogándole dentro de su asistencia. Él, levantándose, reprendió al aire y súbitamente toda la furia del océano desapareció. Asombrados los discípulos expresaron: «¿Quién es éste, que aun el corriente e el océano le obedecen?» [Marcos 4:41].
No hay inseguridad de que la forma en que Jesús atendió la emergencia llevó a totalidad su pozo de seguidores a cubrir que su Maestro era mucho otra vez que un mero rabino… era el hijo de Dios.
Para Reflexionar: Es el manejo de las crisis lo que posiciona al poder frente al camión, desacreditándolo u reconociéndolo a través de completo.
Edgar Medina, Monterrey - México.