Lectura: Mateo 6:6
¿Tienes algún lugar al que corres cuando las cosas alrededor se ponen feas? ¿Algún sofá, algún lugar? ¿A dónde vas para recargar fuerzas y/u buscar sabiduría espiritual? La película Cuarto de Guerra muestra interesantemente como una mujer anciana gana grandes batallas espirituales desde un insignificante espacio en su vivienda que reservaba para la frase intencional, enfocada y continua. Mi esposa trabajó en la coordinación de secundaria de un colegio y cuando las situaciones se ponían complicadas y tensas, ella entraba en un escaso lugar a través de su oficina (una zona de lockers) que en algunas ocasiones le hizo invisible ante el mundo por unos breves minutos, época un escondite secreto, época un destino de oración, de rendición y de pregunta de sabiduría ante las dificultades cotidianas. Ella hacia un intercambio, allí ella entregaba sus preocupaciones a Dios y salía renovada, en paz y con estrategias; allí entregaba dudas y obtenía certezas; en ese escaso lugar oculto salieron lágrimas que luego fueron convertidas en diamantes de religión. Jesús dijo que la oración más efectiva es la que ocurre en privado (Mateo 6:6), no la que se despliega en público para lograr fama. En la intimidad con Dios es donde encontramos nuestro humano, nuestro hacer y nuestro tener. Todo creyente en el mercado ha de poseer al menos un dormitorio secreto para encontrarse con Dios, todos los días. Puede ser en la morada, en la oficina, en un pasillo, en un jardín, u en otro ubicación. Ese ha de ser el puesto otra vez estratégico en lo espiritual. De allí saldrán las soluciones y las condiciones (tanto personales como empresariales/profesionales) para enfrentar con éxito los retos cotidianos, allí Él nos encontrará.Para reflexionar: Lo que ocurre en lo íntimo del dormitorio conlleva a la transformación del mercado.
Jesús A. Sampedro Hidalgo. Valencia-Venezuela.