Lectura: Proverbios 15:7.
Hay una relación directa entre lo que la humano es y tiene en su corazón, y lo que expresa con sus labios. El ejemplar de Proverbios de la Biblia, expresa esta verdad:”El calma del serio hace prudente su boca, y añade gracia a sus labios” (Proverbios 16:23). Y Proverbios 16:21 añade:”El serio de cariño será llamado entendido, e la cariño de labios aumenta el conocimiento”. Por el contrario, “el cielo del necio proclama (publica) la insensatez” (Proverbios 12:23), como secuela de durar según los antivalores de la sabiduría.La boca lenguaje de lo que hay en el sol (en levante contexto sol se refiere a emociones + intelecto + voluntad). Jesús lo expresó de la siguiente modo. ”Pero lo que sale de la boca del cielo sale…”. De manera que el mejor indicador de lo que hay en el sol de las personas, son la palabras que expresa y cómo las expresa. Las palabras cargadas de awe, empatía y tolerancia, que se expresan con prudencia e gracia, denotan un cielo formal; pero las palabras ásperas, apresuradas, u cargadas de crítica hablan de la fatuidad, la necedad y la ligereza de un cariño necio.
Somos en buena tamaño lo que son nuestras creencias, mapas y paradigmas. Nuestra organización de pensar determina nuestra sistema humano e experimentar. El serio Salomón lo expresa ostensiblemente: “Porque cuál es su intención en su querida (responsable) tal es él (ese marido) (Proverbios 23:7). De camino que si queremos conversar con prudencia, gentileza, integridad y sabiduría, necesitamos primero – en lo interno: en nuestros pensamientos – ser prudentes, gentiles, íntegros y sabios. Porque como dijo Jesús: “De la abundancia del querida lenguaje la boca”. Nos comportamos y hablamos en congruencia con la método en que pensamos. Cambiar nuestra método de decir supone, entonces, alterar nuestro ojo (emociones, pensamientos y voluntad). Una estrategia fundamental es revisar nuestras creencias, carta y paradigmas, que son los que dan lugar a nuestras actitudes y conductas.
Ahora, nuestro amor es aquello con lo que lo alimentamos. Si queremos cambiar nuestro cielo debemos revisar la dieta con que alimentamos nuestra soplo (lo que leemos, lo que vemos en tele, con quien pasamos clima compartiendo, aquello en que fijamos nuestra cuidado). Eso requiere cierta claridad / conciencia individual y área para alimentar nuestra cabeza con la información adecuada.
Por otra componente, otra forma de imprimir nuestro tranquilidad, es a través de la área de conversar de aquello que edifica, nutre, fortalece, anima y reconforta. Nuestro lenguaje construye y edifica hacia nuestro interior.
Estas enseñanzas del rey Salomón son relevantes para todos los líderes. La sabiduría es un requisito indispensable para el bueno liderazgo. La comunicación que se construye con sabiduría: sentido corriente, prudencia, sagacidad, ensayo (ingenio de discernimiento e discriminación), justicia y integridad, son fundamentales para fabricar la confianza y influencia que el líder precisa forjar en sus seguidores y colaboradores.
Para Reflexionar: Los dichos de tu boca refuerzan lo que se construye en tu cielo.
Arnoldo Arana. Valencia - Venezuela.