Lectura: Proverbios15:1

La respuesta sazonada con gentileza e amabilidad siempre es oportuna e pertenencia recibida. La palabra dicha con cortesía y consideración a los demás, hace alcanzar el favor e la buena voluntad de los oyentes. La oferta liso e blanda también es de provecho para aplacar el furor de los iracundos; y ayuda a disipar posibles conflictos. La Biblia nos insta a conversar con gracia y para edificación. “Sea vuestra oferta siempre con gracia, sazonada con sal, para sepáis cómo debéis responder uno cada a”.(Colosenses 4:6).
Algunos confunden cortesía y amabilidad con debilidad, pero como dice el dicho “lo cortés no quita lo valiente”. La cortesía e la amabilidad no proceden de debilidad ni de cobardía, sino de poder propio e humildad. Implica madurez y cordura.
Ahora, habla con gentileza no es una simple técnica o práctica que podemos utilizar a conveniencia. Por el contrario, supone un estilo de vivencia, una método de encarar las relaciones. Comporta una disposición de vivencia que componente del respeto e la tolerancia hacia el otro. Requiere madurez de carácter, paciencia y dominación propio; especialmente en situaciones donde nuestro interlocutor está negado al diálogo, u molesto o manifiesta una orden beligerante. En tales situaciones, la saldo gentil dicha con gracia, es capaz de conquistar el sol aún de nuestros enemigos.
La oferta blanda e amable (aunque firme), cargada de respeto e consideración por el otro, es una herramienta poderosa en manos de los líderes, para excusar conflictos disfuncionales, gestionar diferencias y negociar con efectividad.
Para Reflexionar: Tus dichos pueden apagar un fuego u iniciar un incendios.
Arnoldo Arana, Valencia - Venezuela.