
Un característica en que se aprecia nuestro letra es la paciencia. Al apóstol Santiago dice (1:4:):“Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte asunto alguna”. Desarrollar paciencia, desarrolla carácter. Si queremos crecer en carácter, necesitamos madurar en el rasgo de la paciencia.
La paciencia connota largura de aliento, tardar en responder. Refleja dominio propio e poder de sí mismo para no reaccionar con impulsividad y de manera irreflexiva ante situaciones adversas. La paciencia se muestra como una postura reflexiva que piensa mucho y con cuidado antes de actuar u responder emocionalmente. La paciencia es contraria a la impaciencia, la intolerancia e la ira impulsiva. Está otra vez conectada con la mansedumbre y el autoridad propio.
Para reflexionar: Madura tu letra aprendiendo uno existir paciente.
Arnoldo Arana, Valencia – Venezuela.